«Cuando la Patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla.
«La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder».
…Dicen que una anciana india que vivía en un ranchito en el caserío correntino de Aguapé, cierto día de 1865 le preguntó a un soldado paraguayo, en plena guerra de la Triple Alianza, si tenía noticias de José de San Martín. El hombre le respondió que había sido un general que había hecho mucho por su país pero que había muerto en el exilio, en 1850.
…Dicen que una lágrima corrió por sus mejillas y que pidió, que el día que le llegara la muerte, ser enterrada con una bolsita que siempre llevaba colgada de su cuello. Allí guardaba una medalla que el propio general le había hecho llegar.
…Dicen que era su madre, la madre del Libertador, Rosa Guarú.
Dicen que así fue la historia:
Juan San Martín estaba casado con Gregoria Matorras. Cuando se instalaron en Yapeyú ya eran padres de María Elena, Manuel Tadeo y Juan Fermín. En esa casa se alojaría Diego de Alvear, en una de las recorridas por el lugar. Parecer que Diego se había relacionado con una nativa del lugar que se desempeñaba como niñera de los san martín. Lo que era tomado como una conducta impropia de un caballero al relacionarse con alguien que no estaba a su mismo nivel social, lo justificaban argumentando que las mujeres guaraníes eran «la tentación para los hombres», ya que solo vestían una prenda de algodón y no usaban ropa interior. Si hasta descalzas iban.
Esa muchacha se llamaba Rosa Guarú.
En 1781, Diego de Alvear se casó con la porteña María Josefa Balbastro, con quien tuvo ocho hijos. Acordó con Juan de San Martín entonces que a Rosa Guarú le pasaría los fondos necesarios para la manutención del pequeño; le pidió que lo inscribiera como propio y que recibiera educación militar.
El niño había nacido el 25 de febrero de 1778 y fue bautizado como «Francisco José». El matrimonio San Martín se llevó al niño y le prometieron a Rosa Guarú que -una vez establecidos- la mandarían a buscar. Pero no lo hicieron nunca.
Y volvió,y se convirtió en el Protector del Perú, en el Comandante en jefe del Ejército libertador del Perú, Comandante en jefe del Ejército del Norte, Gobernador de Cuyo, General en jefe de Granaderos a Caballos y haceerdor de un hecho que es considerado como una de las mayores hazañas de la historia militar universal: El Cruce de los Andes.
…Dicen que dijo alguna vez…»Seamos libres…que lo demás no importa nada».