Si bien son importantes las mujeres que han dejado huellas en la historia de la región patagónica,la de Doña Carmen Funes, conocida como» la pasto verde»,queda en el recuerdo de todo aquel que ha bailado su zamba en la voz de Don José Larralde.
Allá por el 1900,junto a las mujeres vinculadas al ejército acompañó a su hombre en la Campaña. Cuando la misma terminó, su hombre ya había viajado a otra lucha de las llamadas «intestinas»y no volvió. Las mujeres quedaron afuera del régimen militar y se establecieron en zonas aledañas. En el caso de Carmen Funes,se instaló en una posta a 105 km de Neuquén y a 84 km de Zapala, al oeste de la confluencia entre el río limay y el Neuquén.
Su posta(la única en una veintena de leguas a la redonda) y la vertiente de agua que fluía de las inmediaciones, fueron factores propicios para que el viajero ocasional,hiciera una parada.Hoy el la ciudad de Plaza Huincul.
En 1912,llega al lugar el Dr. Juan Keidel a realizar estudios geológicos, y al hospedarse allí,escucha las quejas de Doña Carmen sobre el extraño gusto que tenía el agua.Tres años después, el gobierno decide enviar una comisión de geólogos para explorar la posible existencia de una veta petrolífera que afloraba en la aguada.
Los ranchos de «la pasto verde» fueron de gran utilidad para que los ingenieros se instalaran en la zona donde se descubre el primer pozo petrolífero(oficial) de nuestro país.
El apodo de «la pasto verde» es una controversia aún, para algunos se refiere al placer de encontrar durante un largo viaje, un espacio de comida y bebida para sí y para sus animales; otros que como era muy bella, recibía siempre alagos, pero no respondía a ninguno de ellos a la espera de su hombre, por lo tanto no ardía, como el pasto verde; pero hay más versiones que invito a que comenten.
Recién en 1965, las autoridades de neuquén se congregaron frente a un monolito y descubrieron una placa recordandola.Se encuentra a la vera de la ruta 22. Berbel pasó un día por allí y vió su placa llena de yuyos, abandonada y junto a ella compuso la zamba que la inmortaliza.