Un gran honor para la mañana de «No es Tarde» fue la cálida nota telefónica que nos brindó Carlos Hernán Nieto. Con la risa franca y constante, el hijo del «Chango Nieto» nos contaba esta bellísima experiencia de comenzar a ocupar aquellos espacios que dejó su padre.
Absolutamente en la mayor de las intimidades, Hernán despuntaba algunas notas y canciones, por el solo hecho de haber nacido entre ellas, jamás se imaginó que el reconocimiento a su padre, preparado para los 60 años de Cosquín, en éste 2020, lograría el efecto que produjo en la gente, en el público y sobre todo en aquellos que nos hemos deleitados con sus trabajos y que aún desde nuestras trincheras culturales de difusión, no dejamos de buscar en las bohardillas hasta encontrar «Amor de los manzanares», «Recuerdos salteños» o emocionarnos con «Te vengo a preguntar» y «Adonde van los pájaros que mueren».
De pronto, como desde un sueño, en el escenario mayor del folcklore, aparece Hernán, tan parecido a su papá… y canta…y cierra los ojos y canta, y todos nos quedamos preguntándonos: ¡¿De donde salió?!!
-¡Dónde estabas escondido Hernán Nieto!?
–Me da mucha gracia que reaccionen así!! (Y se ríe a carcajadas).
Nos cuenta que estuvo muchos años jugando rugby en Europa y sabemos que fue uno de los mejores jugadores del mundo en su posición(pilar derecho), y así llegó a ser 34 veces internacional con Italia. Que volvió a acompañar a su familia y a seguir preparando jóvenes para practicar el deporte que fue su vida,(hasta éste verano, en Córdoba, en Cosquín), porque a partir de esa presentación su vida a tomado un giro inesperado, el público gustoso de la música de su padre no lo va a dejar que nos prive de disfrutar de ese parecido físico con su papá y de su idéntica voz.
-Por qué pensás que el público reaccionó de esa manera?
_ Creo que porque aparecí con la edad que mi padre tenía en su apogeo, tal vez si hubiera sido más chico no habría pasado ésto. Estaba muy nervioso, pensaba en que iba a pensar la gente que me vería con una guitarra en las manos.
Ésta pandemia a alejado a los artistas de su público, pero las redes han aumentado la posibilidad de verlos más seguidos desde sus hogares y la popularidad de Hernán Nieto fue creciendo exponencialmente a través de ellas.
Nos cuenta que si bien se conocían desde pequeños con Facundo Toro (y con los hijos de todos los cantantes que pululaban por su casa cuando su padre los reunía bajo el cobijo de «La Vizcachera», una peña familiar donde tocaban y cantaban los mejores músicos del momento), fue en ese increíble encuentro en Cosquín que decidieron que debían juntarse para recrear aquel «Himno a la Amistad» que inmortalizaran Daniel Toro y Carlos «el chango» Nieto.
_ Lo preparamos cada uno desde su casa para estrenarlo el día del amigo, por supuesto, y lo hicimos con mucha calidez y recibimos el apoyo de todos los medios de difusión.
Averiguamos por sus proyectos y nos adelantó que desea mostrar en cada encuentro un poquito mas de su propia identidad.
–Por supuesto que sé que los temas de mi papá no pueden faltar, pero me gustaría probar con algunas composiciones de mi autoría. Necesito encontrarme un poco a mí mismo también.
Cálido, afectuoso y muy humilde, Hernán disfruta de éste presente inesperado que le abre las puertas al mundo de la música y del arte. De la mano infinita de su padre, recorre aquella huella que aquel marcó, pero con a intención de hacerlo desde su propia identidad.
Felicitaciones de parte de todo el equipo de No es Tarde y a disfrutar del presente.