En el Centro Cultural Parque de España, el sábado 5/11, Homero Chiavarino, Joel Tortul y Julián Venegas gestaron un encuentro musical con la obra del polifacético artista misionero don Ramón Ayala.
Sonidos profundos, música que se huele, que se siente en cada una de las notas, música tremendamente apasionada.
Una apertura con juego de luces y sombras, mística sensación de paisaje nocturno costero, le dieron el marco a las palabras desde lejos, de Ramón Ayala en uno de sus poemas, » ser». Y como se espera de un espectáculo que se precie de ser, irrumpe ese éxtasis la versión más fuerte e intensa que jamás he escuchado del emblemático «Cachapecero».
La maravillosa sala «Príncipe de Asturias» estalló en aplausos y sapukay.
También disfrutamos de la presencia de Viqui Alancay y Maia López invitadas a compartir un tema del maestro.
Otro momento increíble de la propuesta de «Garupá» fue la dulcísima versión de la guarania «Mi pequeño amor», donde Julián se luce en la ternura con que interpreta ésta obra.
La sala contó con la presencia de importantes figuras del ambiente de la música litoraleña como Carlos Pino.
El público deliró en cada uno de los temas, y participó en el final de la puesta cantando todos «El Cosechero».
Felicitaciones a Homero Chiavarino por la idea de traer y hacer conocer a los jóvenes ( y no tanto) al gran maestro Ramón Ayala , al consagrado pianista Joel Tortul por la entrega total y absoluta a una obra que exige eso y al percusionista y voz de ésta puesta Julián Venegas. Dicho por los mismos músicos, todo esto no hubiera sido posible sin el cuarto mosquetero, en este caso Painé Nocetti en la producción, puesta en escena y prensa.
Garupá, la manera exacta de homenajear la obra de un hombre que supo plasmar la geografía y el paisaje cultural de su tierra misionera en productos musicales intensos, fuertes, salvajes…