La emblemática Casa Uruguaya de la ciudad de Rosario, fue el escenario que cobijó a la talentosa Jacinta Condorí en su visita a la ciudad, invitada a la peña «Entre Valles y Humedales» organizada por la cantante Miriam Azúa.
Miriam Azúa y su banda, quienes fueron los encargados de la organización y de abrir la noche , propusieron disfrutar un espectáculo transitando las voces de talentosas mujeres. Invitaron a Adrita Ruíz a subir al escenario, una gran referente local a quien se le están abriendo importantes puertas no solo en la ciudad, sino también en provincias vecinas.
Miriam y Adrita, son constantes transmisoras de ésta necesidad de las mujeres artistas de acompañarse, en un acto de sororidad notable, a fin de ser visibilizadas, de respetar el cupo femenino en los espectáculos, de militar la concientización de la no violencia hacia las mujeres y la de trabajar sobre políticas géneros desde el ámbito de la cultura. Su ya famosa «Chacarera empoderada» no podía faltar, menos aún con la presencia en la sala de su autor Marcelo Quispe. Quispe fue el autor de la letra y los Ruíz, Adrita y su hermano Luis Alberto el «Beto»Ruíz de la música.
El ballet Estrella del Norte a cargo de Raúl Lugones, llenó de color el amplio salón de la Casa Uruguaya con una muestra de 4 ritmos típicos de nuestra región a fin de agasajar a la visitante con ritmos y danzas de nuestra tierra. Excelente el profesor Lugones (uno de los grandes referentes de la danza de nuestra ciudad) en la idea de traer ésta puesta a artistas que vienen de otras provincias.
Y luego, el momento de disfrutar del talento de la la embajadora Calchaquí, Jacinta Condorí, quien desplegó todo su histrionismo en el escenario, pero sobre todo, se mostró muy empática con el público asistente con quienes cantó, bailo y se divirtió junto a ellos.
Jacinta Condorí está transitando un camino que ella misma a decidido forjar en la tesitura de traer a nuestros días la cultura musical de sus ancestros, aquellos que fueron los primeros habitantes de nuestras tierras. «La Jaci», como la llaman los que ya la aprecian, trae el conocimiento de las bagualas y el sonido de la caja, no solo como un instrumento musical. La caja como generadora de sonidos del alma, de lamentos, de alegrías, de encuentro de mujeres, de lo místico que significan las coplas y vidalas. De la magia generadora a partir de la danza en ronda… el mas ancestral de los movimientos de los seres humanos.
En el final de la noche, Jacinta invito a su amiga rosarina, «La Cantora» Liliana Pérez, otra de las grandes músicas que tenemos en la ciudad, quienes disfrutaron cantando y bailando juntas.
La Casa Uruguaya tuvo el gran honor de cobijar entre sus paredes a la gran artista Jacinta Condorí.