Muy de vez en cuando las paredes del suntuoso teatro El Círculo de la ciudad de Rosario, se impregnan de nuestra música, la música de nuestro territorio litoral, el chamamé. Y ésta vez fue de la mano de la cantautora santafesina María Elena Sosa.
Fue una propuesta muy atrevida. María nos sorprendió amalgamando el sonido de una banda sinfónica con los sones de la música chamamecera que viene difundiendo y defendiendo desde hace exactamente 40 años. Se animó a que un espectáculo de folklore fuera conducido y animado por Oscar Fernández Fini quien sorprendió a todo el público, ya que pudo desenvolverse en una zona que uno podría considerar que no era de confort. Alicia Benítez dijo unas palabras alusivas. María Elena cantó a dúo con su maestra la soprano Anabella Carnevali. Homenajeó a Piazzola con una versión de Adiós Nonino increíble acompañada por la orquesta dirigida por el maestro Nelson Coccalotto.
Nos invitó a un recorrido por diferentes ritmos en un abanico de canciones «viejas», a reconocer las nuevas obras y aquellas que compartió con artistas de la escena nacional como Teresa Parodi, Jorge Rojas, Facundo Toro, El Chaqueño Palavecino, Antonio Tarragó Ros, mostrando una María Elena Sosa muy versátil, muy cómoda y poderosamente empática con el público.
Si bien es visible la generosidad de ésta artista en la puesta en escena, no solo en el hecho compartir el escenario con grandes figuras que prestigiaron la noche como Quique Llopis, Lucas Boschiero, Germán Becker, la soprano Anabella Carnevali , sino en la entrega total y absoluta de una cantante que le da todo a su público… sin guardarse nada.
También acompañaron a María en su gran noche el excelente bandoneonista Marcos Montes, Norma Medina ex integrante del coro, el guitarrista Toto Meza y César Ramírez que volvió a tocar el acordeón después de mucho tiempo a pedido de la cantante.
Párrafo aparte cabe destacar a Gerardo Bautista en el teclado, además de productor musical y autor de varios temas cantados por María, uno de sus hijos. También la acompañaron en la emoción y el cariño, pero no el escenario, Vichy Santana, sus otros hijos y nietos.
La danza no podía faltar y estuvo a cargo de la joven pareja de baile de chamamé integrada por Milton de 12 años e Iris de 14, y un cuadro de Libertango con la participación de Julio César Astorga, Nahir Licia Arias y Lucas Aarón Martín que nos permitió recordar la forma en que se bailaba el tango,como en sus orígenes, con pareja de hombres.
Los mejores momentos: «Cuando tenga la tierra» ( Daniel Toro y Ariel Petrocelli) donde estalló el teatro. La interpretación de «Seguire»(María Elena Sosa/Mario Alessandrini / Gerardo Bautista) tema ganador del Festival de la canción de Punta del Este que le permitió recorrer latinoamérica y el cierre (bis incluido) de «La villerita» (Horacio Guarany)
María Elena recorre el escenario, habla con los músicos, se propone compinche con el público, juega, se ríe y se emociona hasta las lágrimas mientras recorre con su voz los 40 años de arte, los mismos años que marcaron su historia en el duro y bello trabajo de ser un juglar que canta lo que debe cantarle a su gente.
Nota: Nora Possetti
Ph: Osvaldo La Bruna
