This Day in History: 2019-01-19

19 de Enero de 1954 – Nace Omar Ramón Merlo, apodado «Monchito», en la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa fe, heredando el nombre de su padre Ramón Merlo «El cambacito de las Tres Hileras». Siguiendo los pasos de su padre es también intérprete de acordeón de tres hileras y compositor  de música del Litoral. A los trece años realizó su primera presentación y a los quince presentó su primer disco Monchito Merlo: «El  Cambacito del Litoral».

Obras: A fuerza y coraje (con Simón y Raúl Merlo) – A la Villa del Rosario – Al tigre de Los Arenales (con Roberto Pinnesi y Simón Merlo) – Arroyo Ñaro (con José Salinas) – Bien Yacarecero (Con Ramón Merlo) – Campereando – Costeando el pago (con Francisco Escalada) – De fiesta en Guachana – Despacito y por la orilla (con Juan Carlos Carabajal) – El cruce (con Ramón Merlo) – El templo del chamamé (con Lázaro Moreno) – Fiesta campera (con Alfredo Grahsmugg) – Fracaso (con Elpidio Herrera) – Galopando por llegar – La Verbena – Mi picazo overo – No me hieras (con Elpidio Herrera) – Ojos cansados – Paso laguna (con Ramón Merlo) – Por el atajo – Por llegar a San Javier – Sabes (con Elpidio Herrera) – Sapucai de mi tierra (con Ramón Cáceres y Aníbal Toledo) – Tu jazmín en flor (con Teresa Parodi) – Zapateando, entre otros.

 

 

19 de Enero de 1969 –  la primera formación de “Los Altamirano” conformada en ese entonces por los hermanos Julio (23), Daniel (21)  y Mario (19), tuvieron la oportunidad que les cambiaría la vida y los convertiría en un clásico de la canción popular Argentina.

Dicha oportunidad se dio a merced a la ayuda de un núcleo de amigos que allá en Mendoza logró reunir el dinero necesario para los pasajes. El primer paso estaba dado. Faltaba un detalle fundamental: lograr que la Comisión del Festival Nacional de Folklore los escuchará. Y también se dio. El Doctor Reynaldo H. Wisner, Presidente de Cosquín 69, autorizó la presentación de «Los Altamirano». El sueño comenzaba a convertirse en realidad. El canto de tres jóvenes mendocinos se adueñó de la noche coscoína y la Plaza Nacional del Folklore levantó su aplauso a nivel de ovación. La interpretación de «Nombrando vidalas» había trepado hasta la emoción más alta de la multitud. En la programación estaba prevista una sola canción.