En la década del 40, Don Felix conoce en la provincia de La rioja a «La Negrita» Felisa De la Fuente (su esposa tiempo después), ella vivía en Aimogasta al norte de la ciudad capital riojana, allí es la cuna del olivo, es por eso que el en la canción le dice, «NIÑA DE LOS OJOS COLOR DE OLIVO», en esa época viajar desde Buenos Aires a La Rioja era una odisea en tren, luego de bajar en la capital, sube en micro de línea y lo trasladaba 110 km hasta ese pueblo, se le llamaba (mensajería), A SU PUEBLO YO IRÉ CUANDO MUERA EL SOL, EN MENSAJERÍA DE LUNA Y SUEÑO.
“Negrita” De la Fuente fue el gran amor de Félix Luna. Recordaba Luna cuando él siendo joven, conoció en casa de unos parientes riojanos a esta adolescente que tanto lo impactó que poco tiempo después el enamorado eterno casó con ella. Tanto era su atracción que supo, para enamorarla más, escribir la poesía de una de las más bellas zambas del folklore argentino: “Zamba de usted”.
Decía “La Negra” Luna recordando su larga amistad y amor con su marido, que ella supo perfectamente que su papel principal en la vida era sostener en todo sentido lo que hacía Félix. Y este descansó en el esfuerzo y el amor de su mujer, para realizar, quizás, una de las más atractivas obras historiográficas de nuestro país.
No fue la compañera pasiva ni sometida. Fue la mujer que no solamente lo inspirara en sus muchas obras sino que ella fue también el puntal en casi todas sus realizaciones.
Conocer a Luna fue quizás una de las más atractivas relaciones que uno pudo hacer en vida pero el recuerdo del historiador no puede apartarse nunca del recuerdo de su mujer. Tanto es así que en el reciente homenaje realizado en Buenos Aires a los 50 años de la creación de “Todo es Historia”, La Negra Luna estuvo presente y asistió con su mejor sonrisa y sus carcajadas a este homenaje en el que participé en nombre de esa antigua amistad y reconocimiento a aquel que me supo brindar las páginas de su revista para publicar parte de lo que he hecho.
Falucho y Negra fueron quizás la pareja de los eternos enamorados y ella participó en su vida como el lumen inspirador de casi toda su obra.
Esta aimogasteña, hermosa y bella mujer en todos los aspectos, fue quizás la que más apoyó a este hombre que sufrió cárceles y ninguneos, pero que logró por su gigantesca obra una ubicación de privilegio en la historia argentina.
ZAMBA DE USTED – Zamba
Yo no sé si podrá
esta zamba llegar a usted,
bajo los luceros va por la noche
buscando el pueblito donde la dejé.
Por oír otra vez
la tonadita de su voz,
niña de los ojos color de olivo
me iré tras la zamba, romero de amor.
Esta zamba es de usted,
la hice con nostalgias de piel
y de voz,
cuando usted la escuche crecida
en sombra,
recuérdeme un poco, tan lejos estoy.
A su pueblo yo iré
llegaré cuando muera el sol
en mensajerías de luna y sueño
para ver, mi viña, si no me olvidé.
Soy aquel que siguió
tras su huella andariega y hoy
vuelve hasta sus pagos olivareros
trayendo apenitas su pobre canción.