Daniel Toro
Daniel Toro | ||
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Daniel Toro en el anfiteatro de la ciudad de San Nicolás (provincia de Buenos Aires), en 1983.
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Daniel Cancio Toro | |
Otros nombres | Casimiro Cobos | |
Nacimiento | 3 de enero de 1941 (80 años) ciudad de Salta, provincia de Salta, República Argentina |
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Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Hijos | Claudio Daniel Toro Facundo Daniel Toro Carlos Alejandro Toro Daniela Toro Miguel Ángel Toro |
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Información profesional | ||
Ocupación | Cantante, cantautor | |
Años activo | 1959 — Presente | |
Seudónimo | Casimiro Cobos | |
Género | Folclore | |
Instrumento | Guitarra | |
Tipo de voz | Tenor | |
Discográficas | Sony BMG, EMI Music | |
Daniel Toro (Salta, 3 de enero de 1941) es uno de los más populares y reconocidos cantautores del folclore argentino. Considerado como uno de los cantautores más importantes de toda la historia del folclore, su fama traspasa fronteras y alcanzó gran popularidad a nivel mundial.
Daniel Toro es un prolífico compositor, y se estima que ha compuesto más de 1000 canciones, entre ellas varias que se han vuelto clásicas del cancionero argentino e hispanoamericano, como «Para ir a buscarte», «Cuando tenga la tierra» (ambas con Ariel Petrocelli), «Zamba para olvidarte», «Mi mariposa triste» (ambas junto a Julio Fontana), «Este Cristo americano», «Nostalgia mía», «Pastorcita perdida», «Zamba de tu presencia», «El antigal» (con Lito Nieva y Ariel Petrocelli) o «Mi principito» (con Néstor César Miguens).
Es considerado como el último gran ídolo con vida del folclore sudamericano, y su legado es tal que ha influenciado a la mayor parte de los músicos contemporáneos del género, recibiendo continuamente numerosos homenajes y galardones desde diversos países.
Retirado de los escenarios y la actividad musical desde hace años, en 2021 se estrena una película que realza su figura para las nuevas generaciones: el documental El Nombrador, con la dirección de Silvia Majul y la participación de grandes personalidades de la música. En el documental se aprecian archivos valiosísimos como la participación de Toro en el Festival de Cosquín en la década del ’60, archivos de la Fundación Miguel Abuelo dónde se observa a Miguel Abuelo cantar «El antigal», y Ricardo Mollo cantando «Cuando tenga la tierra», entre otros. En el documental aparecen varios testimonios de artistas destacados que celebran la obra de Toro, tales como Víctor Heredia, Teresa Parodi, Diego Torres y Abel Pintos, entre otras grandes figuras; sumado a la participación de los hijos de Toro contando vivencias y cantando algunas canciones (Claudio Daniel Toro, Facundo Toro, Carlos Alejandro Toro, María Isabel Toro, Daniela Toro y Miguel Toro). Se suman entrevistas con el hijo de Ariel Petrocceli, Julio Fontana, y destaca la participación estelar de Daniel Toro mismo.
A los 17 años compuso «Para ir a buscarte» con el poeta Ariel Petrocelli, con quien compondría luego otras importantes canciones como «Cuando tenga la tierra» y «El antigal».
Desde 1959 integró varios conjuntos folclóricos como Los Tabacaleros, Los Forasteros, Los Viñateros y Los Nombradores. En 1966 inició su carrera solista.
En 1967 obtuvo un impresionante éxito en el Festival de Cosquín, donde recibió el Premio Consagración por Mejor Folclorista.
En los años siguientes, Daniel Toro publicó varios álbumes de mucho éxito popular, cultivando un estilo cercano a la balada romántica. Por esa razón los tradicionalistas del folclore lo criticaron: el estilo juvenil y popular del folclore que Daniel Toro cultivó en los años 1970, fue precursor del folclore de la década de 1990, a través de intérpretes como Soledad, Los Nocheros o Luciano Pereyra.
En la contratapa de su álbum Canciones para mi pueblo (1971), Daniel Toro contestó esas críticas:
Para aquellos que duden de mi proyección eterna como folclorista tal vez les basten mis bagualas y mi rostro (escuchadas unas, observado el otro con atención y detenimiento) como ejemplos concretos que demostrarían el error sostenido; pero a varios no les serán suficientes. Como resultaría difícil conformarlos, aquí va una pintoresca anécdota: en una reunión del ambiente artístico en Buenos Aires se acercó a saludarme el actor cómico José Marrone, popular en el ambiente por sus frases satíricas. Al estrecharme la diestra dijo a gritos: «¡Este grone lleva el país en la cara!». Desde ese país indio y moreno quiero lanzar el torrente de mi hurgar en todos los cancioneros sin desprestigio para mi condición de artista nativo.Daniel Toro (Canciones para mi pueblo, 1971)
Durante la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983), Daniel Toro integró las listas negras y sus canciones fueron prohibidas. En esa época, para evitar la censura, utilizó el seudónimo de Casimiro Cobos. En ese mismo período sufrió en 1979 un cáncer de garganta, que le hizo perder la voz. Por esa razón debió dejar de cantar muchos años, hasta que en 1985 volvió a los escenarios.
En 1995 recibió el Premio Konex Diploma al Mérito en la disciplina.
Daniel Toro sin embargo no dejó nunca de componer, y con posterioridad a su enfermedad compuso canciones memorables, como «Pastorcita perdida» y «Zamba de tu presencia», entre otras.
El 27 de septiembre de 1995, el Congreso de la Nación realizó un reconocimiento público de la importancia del músico para la cultura popular argentina y de su esfuerzo por superar la adversidad.
En 2004 se realizó un tributo a Daniel Toro en el Teatro Astral de Buenos Aires, en el que participaron grandes artistas como Los Fronterizos, el Chango Nieto, Zamba Quipildor, Ariel Petrocelli, Yamila Cafrune, Abel Pintos y Los Nocheros.
El documental El nombrador (2021) de Silvia Majul, se centra en la figura y la carrera de Daniel Toro. El mismo incluye una entrevista a Toro y muestra su presente en Salta, ahora retirado y viviendo su vida mayormente junto a la misma naturaleza que fuera la inspiración (bajo el concepto de Madre Tierra) para «Los duendes» y «Pompo Limón» y lo impulsaron con tantas otras creaciones; Toro relata en el documental cómo la magia de esa tierra norteña lo inspiro a crear la Ópera Andina y otras obras, tanto las conocidas cómo las muchas otras que están por conocerse por las próximas generaciones en las próximas décadas.