LA PROFESIÓN DE PERIODISTA NO TIENE FECHA DE VENCIMIENTO.
Una noticia es un relato oral o escrito sobre un hecho actual y de interés público, difundido a través de los diversos medios de comunicación social (prensa, radio, televisión, internet). La información y la forma en la que aparece ante los ojos del lector es un reflejo de la realidad que al final se convierte en la realidad misma. Lo que no aparece en los medios no existe. Sólo parece importante, e incluso real, lo que aparece en publicado.
El 4 de marzo de 1811, luego de haberle sido suministrada una dosis de tartrato de amonio o de arsénico, estimada en cuarenta veces mayor que la necesaria para provocar la muerte, fallecía Mariano Moreno en alta mar. La medicación provocaba una especie de “fuego en las entrañas“, lo que explicaría el eufemismo de Saavedra: “hacía falta tanta agua para apagar tanto fuego“. Así muere aquel periodista revolucionario que en 1810 sería el encargado de difundir las noticias de las actividades del nuevo Gobierno Patrio a través de su órgano oficial, La Gazeta de Buenos Aires , un 07 de junio.
Si bien es cierto que los periodistas son intermediarios entre el poder y la opinión pública, que la libertad de prensa está amenazada por las situaciones económicas, que el público es activo y los receptores decodifican los mensajes e interactúan, el futuro del periodista es directamente proporcional al crecimiento de la información.
Una profesión que ha desnudado las virtudes y los vicios de la naturaleza humana. Esa diversidad incluye en sus extremos a actores tan diferentes como Rodolfo Walsh y Luis Majul… por ejemplo.
¿Desaparece la profesión de periodista?
Comparto la opinión que la web arrasa con la indulgencia y que los descargos de los medios masivos tradicionales son relativos. Sin dudas existe un paradigma de la transición, y con tristeza reconozco el efecto democratizador que tiene un diario, un diario como objeto de texto, ya que todos pueden acceder a él, aún los que jamás han leído un libro.
En éste nuevo paradigma la tragedia cultural de los medios por la ausencia de talento digital, es el primer escalón.
Pero Internet no es un medio de comunicación, es un sistema, es solo una herramienta. El talento digital es fácilmente adquirible en el mercado informático, pero el talento en la construcción y redacción de la realidad es potestad de los sólidos y experimentados periodistas.
Son actores fundamentales de la construcción de la realidad, y deben servir a la verdad informativa sobre la base de una elaboración precisa y clara.
Recordando la gran cantidad de periodistas que en el momento de firmar sus notas informando la verdad, arriesgaron su vida, reflexiono sobre una frase de Gumercindo Lafuente “debemos aceptar los cambios con valentía y sin arrogancia”.
Tal vez es verdad que debamos aceptar los cambios sin arrogancia, pero con valentía, no tengo dudas.